La Federación de Trabajadores de la Región Española y la "Mano Negra"
(...) Nosotros nos hemos organizado con el mismo derecho que se han
organizado todos los partidos políticos. Ellos se organizan para la conquista
del poder político, y nosotros para abolir todos los poderes autoritarios.
Somos anarquistas, porque queremos el libre ejercicio de todos los
derechos, y como éstos son ilegislables, no es necesario ningún poder para
legislarlos y reglamentarlos.
Somos colectivistas, porque queremos que cada productor perciba el
producto íntegro de su trabajo y no existan hombres que se mueran de hambre
trabajando, y otros que sin trabajar vivan en la holganza y encenegados en la
corrupción y en el vicio.
Y somos partidarios del grande y fecundo principio federativo, porque
creemos que es indispensable para la práctica de los grandes y justos
principios anárquico-colectivistas, la Federación económica; la libre federación
universal de las libres asociaciones de trabajadores agrícolas e industriales.
[…].
Si hoy, en presencia del fecundo desarrollo de nuestra organización, y
ante el temor de perder, en tiempo tal vez no muy lejano, irritantes e injustos
privilegios, se pretende deshonrarnos para cubrir las apariencias de brutales
persecuciones e injustas medidas excepcionales en contra de nuestra gran
Federación de trabajadores, es necesario que no ignoren que su trama es
demasiado burda y que su inmortal juego está descubierto; y conste una vez más,
que nuestra Federación nunca ha sido partidaria del robo, ni del incendio, ni
del secuestro, ni del asesinato; sepan también que no hemos sostenido ni
sostenemos relaciones con lo que llaman Mano negra, ni con la Mano blanca, ni con ninguna
asociación secreta que tenga por objeto la perpetración de delitos comunes.
Manifiesto de la
Comisión Federal, marzo de 1883. A. Lorenzo: El
Proletariado militante..., pp. 428-429.
Reproducido en A. Fernández García y otros, Documentos de Historia
Contemporánea de España, Madrid,
Actas, 1996, pp. 306-307.
Logotipo de la Mano Negra aparecido en periódicos de la época. Fuente: 2.bp.blogspot.com |
El texto es de contenido político ideológico, pues recoge parte del ideario del anarcosindicalismo en sus albores en España. El anarquismo en España prendió entre los grupos campesinos especialmente en el sur debido al desencanto surgido tras el convulso período del Sexenio. Buena parte de este campesinado había visto con agrado el ideario progresista que, entre otras cosas, les abría la posibilidad de la participación política y garantizaba un buen número de derechos individuales. Así, y tras la decepción por lo que pudo ser el Sexenio y no fue, muchos de ellos se adhirireron al ideario anarquista de tendencia bakuninista que fue la opción que predominó en España tras la visita de Giuseppe Fanelli. Éste hizo acto de presencia en España en el primer congreso de la AIT en España en 1868, al amparo de las flexibilización de derechos que el Sexenio había empezado a aplicar. En 1870 se creó la Federación de la Región Española (FRE) como el primer sindicato de índole anarquista.
Tiempo después, la otra corriente ideológica imperante en la AIT, los marxistas, irrumpieron en el escenario político ibérico con la llegada del mismísimo yerno de Marx Paul Lafargue, de origen cubano. Éste prendió la mecha del socialismo en Madrid especialmente. En 1871 se crearía en esa misma ciudad la Asociación General del Arte de Imprimir, grupo al que poco después ingresaría un impresor llamado Pablo Iglesias y que a partir de dicha Asociación fundaría en 1879 el Partido Socialista Obrero Español y en 1888 el sindicato asociado de la Unión General de Trabajadores.
Tras el Sexenio, en 1874, Serrano prohibiría toda actividad asociacionista, incluída la de tipo obrero. En 1881 con Sagasta en el poder, se flexibilizó el derecho de asociación y se crearía la Federación de Trabajadores de la Región Española, que hubo de cambiar de nombre puesto que no se permitían asociaciones controladas por organismos extranjeros. Así se constituía la rama moderada del anarquismo que, como se ve en el texto, renunciaba a la fuerza como estrategia para conseguir sus objetivos. Pero este organismo desaparece en 1888, por lo que la opción violenta cobra fuerza en acciones individuales y sin ningún tipo de organización. Sus acciones fueron de lo más variopintas, desde atentados colectivos como el del Liceu de Barcelona como contra altos cargos militares (atentado contra el General Martínez Campos) como magnicidios tales como el asesinato de Cánovas e intentos de regicidios como el que llevó a cabo Mateo Morral contra Alfonso XIII en 1906.
El movimiento anarquista volvió a organizarse ya en el siglo XX con la creación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) que recogió el testigo de la extinta FTRE e inicialmente se constituyó como una organización no violenta.
Retrato de algunos implicados en la cuestión de la mano negra según informe de M. Cubas en 1884. Fuente: 2.bp.blogspot.com |
Para preparar el comentario, te recomiendo que en primer lugar que revises los principios del anarquismo y del marxismo. En el tema 5 del IES Elaios tienes tres páginas de introducción que te serán de gran utilidad. Puedes usar ese mismo tema para obtener la información correspondiente al anarquismo en España, en el punto 5.3.
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